Meredith Kercher |
Llegó a casa cansada después de la fiesta de Halloween. Se había vestido de vampiresa. Meredith Kercher, una estudiante británica de 21 años, fue a su cuarto y se puso cómoda. No había nadie más; sus compañeras de piso habían salido. Hacia la madrugada, alguien entró en su habitación. Quizá fueron varias personas. Meredith fue violada y recibió 46 puñaladas. Una de ellas, mortal, en la garganta. Después, taparon su cuerpo con un edredón. Era la noche del 1 al 2 de noviembre de 2007. Y lo que pasó en esa habitación de Perugia (Italia) continúa siendo, a día de hoy, un misterio. ¿Quién o quiénes estuvieron con ella?
Tres personas fueron acusadas del asesinato: Amanda Marie Knox, una estudiante estadounidense que era una de las compañeras de piso de Meredith; Raffaele Sollecito, un estudiante italiano que era el novio de Knox; y Rudy Hermann Guede, un residente marfileño de Perugia, conocido tanto por Knox como por Kercher.
Eventos que rodearon el asesinato
El 1 de noviembre de 2007 fue un día feriado en Italia es por eso que Filomena Romanelli y Laura Mezzetti, las compañeras de piso italianas de Meredith, estaban fuera de la ciudad, al igual que los ocupantes del apartamento de la planta baja. Esa noche, Meredith cenó en la casa de Robyn Butterworth, una sus amigas inglesas. También estaban Amy Frost y Sophie Purton. Las chicas prepararon y comieron pizza, miraron fotos de la fiesta de Halloween, vieron una película y comieron puré de manzana. Bebieron solo agua. A las 8:45 pm Meredith y su amiga Sophie Purton se marcharon. Se separaron a eso de las 8:55 pm cerca del apartamento de Sophie. Meredith dijo que estaba cansada y que iba directo a casa. La casa de Meredith quedaba apenas a 460 metros del sitio desde donde se separó de Sophie Purton. Esa fue la última vez que Meredith Kercher fue vista con vida.
De izquierda a derecha: Amy Frost, Sophie Purton y Meredith, Robyn Butterworth |
Después de este punto, Meredith fue vista con vida nuevamente, solo por sus asesinos. Según los registros suministrados por la compañía telefónica, se pudo determinar que hasta las 10:13 pm, el teléfono de Meredith estuvo en las cercanías de su departamento pero, a las 00:10 am, lo habían tirado en un jardín, no lejos de su casa. En el intervalo, su móvil se usó cuatro veces:
· A las 8:56 pm, una llamada infructuosa al número de su familia en Inglaterra;
· A las 9:58 pm, un intento de llamada al servicio de contestador del teléfono móvil;
· A las 10 pm, una llamada infructuosa a su banco (el primer número en su lista de direcciones);
· A las 10:13 pm, se realizó una conexión de datos GPRS.
Se suponía que Amanda Knox trabajaría esa noche en Le Chic, un pub administrado por Diya 'Patrick' Lumumba. Sin embargo, él le envió un mensaje de texto, a las 8:18 pm, diciendo que no era necesario que fuera esa noche. A las 8:30, Amanda le respondió el mensaje de texto, «OK, nos vemos luego» [El 5 de noviembre Amanda negó a la policía que le había enviado un mensaje de texto a Lumumba. Posteriormente se probaría que estaba mintiendo]. Amanda apagó su teléfono a las 8.35 pm, y Sollecito aparentemente también lo hizo poco después. Según Amanda, esto fue para que no los molestaran. Sus actividades desde ese momento en adelante se convirtieron en el tema principal de su posterior juicio.
Amanda Knox inicialmente culpó del asesinato a su jefe Patrick Lumumba |
2 de noviembre de 2007
El 2 de noviembre de 2007, se descubrió un teléfono móvil en el patio trasero de una casa y se le entregó a la Policía Postal. Uno de los celulares descubiertos estaba registrado por Filomena Romanelli. La Policía Postal se dispuso a preguntar por el teléfono, así que se dirigieron a la cabaña donde según el registro, vivía la propietaria del teléfono. A las 12:35 pm llegan a la cabaña y encuentran a Amanda Knox y Raffaele Sollecito en la entrada. La pareja le dijo a la policía postal que hubo un robo y que había rastros de sangre en el baño pequeño, y afirmaban que habían llamado al número de emergencia de los Carabineros (la policía italiana) y que los estaban esperando. [Esto luego resultaría ser falso. No habían llamado a la policía todavía. Raffaelle llamaría a los Carabineros a las 12:54 pm]
Filomena Romanelli, Amanda Knox y Laura Mezzetti |
La Policía Postal preguntó por el teléfono y Amanda Knox explicó que, aunque había sido registrado por Filomena, el teléfono en realidad le pertenecía a su compañera de habitación Meredith Kercher. Amanda explicó que Meredith tenía dos teléfonos móviles: un teléfono italiano que Filomena le había dado a Meredith, y un teléfono del Reino Unido con el que Meredith solía comunicarse con su familia. La Policía Postal les informa que el segundo teléfono de Meredith se había ubicado en el mismo patio trasero.
Amanda Knox y su novio Sollecito ahora dentro de la cabaña con los dos oficiales de la Policía Postal muestran al Oficial Battistelli y al Oficial Marzi la habitación de Filomena y el baño donde se encontró la sangre. Amanda les cuenta que había llamado a Filomena y la estaba esperando.
Amanda había llamado a Filomena a las 12.15 y le dijo; «es muy extraño. Acabo de regresar a la casa y la puerta está abierta. Me duché, pero hay sangre por todos lados. Voy a casa de Raffaelle. Meredith no está por ningún lado. Oh Dios, tal vez le haya pasado algo, algo trágico». Filomena comentó que en ese momento pensó que era extraño que Knox eligiera tomar una ducha dado que el baño estaba salpicado de sangre por todas partes.
Amy Frost, la mejor amiga de Meredith testificó que Raffaele Sollecito le dijo que Amanda no se había duchado en la cabaña la mañana en que se descubrió el cadáver, lo que contradice las muchas declaraciones que hizo Knox. Según Frost, Sollecito le dijo que Knox había notado la sangre antes de tomar una ducha, por lo que nunca procedió a hacerlo. ¿Amanda mentía otra vez?.
Filomena llamó a su novio Marco Zaroli y le pidió que se acercara a la cabaña. Marco llega con su amigo Luca Altieri. Luca pregunta si era normal que la puerta de Meredith estuviera cerrada y Amanda explica que no hay motivo para preocuparse porque Meredith bloquea la puerta todo el tiempo, incluso para darse una ducha. Basados en la declaración de Amanda Knox, la Policía Postal ignora la puerta. Mientras tanto, Filomena llega con su amiga Paola, revisa su cuarto y comenta que el ladrón era estúpido porque no había tomado nada. El Oficial Battistelli dudaba de que el allanamiento fuera real. Sobre todo porque el vidrio estaba encima de un montón artículos que habían arrojado por toda la habitación. Este detalle es muy importante porque si el cristal está encima de los elementos que se movieron durante el saqueo de la habitación, se establece que la ventana se rompió después de que el intruso desordenó la habitación.
Habitación de Filomena Romanelli |
El oficial Battistelli habló con Filomena Romanelli sobre los teléfonos que habían encontrado, lo que causó que Filomena se preocupara nuevamente por Meredith. Al enterarse que la puerta de Meredith está cerrada, Filomena tiene una reacción muy diferente a la de Amanda. Filomena instantáneamente entra en pánico y explica que Meredith nunca cierra la puerta y exige que se abra la puerta. Filomena le insistió a los oficiales Battistelli y Marsi que forzaran la puerta. A las 01.00pm, el oficial Battistelli llamó a su jefe para explicar la situación y este le indicó que podían proceder a romper la puerta de la habitación de la señorita Kercher. El oficial Battistelli le dijo a Filomena que no podían asumir la responsabilidad de derribar la puerta, pero estaba bien si las habitantes de la casa lo hacían. Amanda se negó pero Filomena asumió la responsabilidad y le pidió a su novio Marco Zaroli y a su amigo Luca Altieri que derriben la puerta. Luca rompió la puerta y Filomena vio el pie de Meredith debajo de un edredón. La escena era sangrienta. Luca, Marco y Filomena vieron la habitación. Amanda Knox, según ella misma lo admitió, estaba en la cocina y no vio nada.
Escena del crimen. El cuerpo de Meredith yace debajo del edredon |
La Policía Postal selló el área y llamó a los Carabineros, quienes llegaron poco después. A su debido tiempo, el departamento fue tomado por especialistas forenses y examinado en busca de huellas dactilares y rastros de ADN.
En este punto quisiera hacer un paréntesis porque me parece que es muy sospechosa la actitud de Amanda Knox. ¿Por qué es sospechosa?
La razón por la cual es sospechoso es bastante obvia: Según creo, Amanda Knox se asustó y le mintió a la policía para retrasar el descubrimiento del asesinato de Meredith. No lo digo sin fundamento. Veamos; Tanto Filomena Romanelli como Laura Mezzetti que compartían la cabaña con Amanda Knox y Meredith Kercher testificarían que Meredith nunca cerraba la puerta de su cuarto ¡Nunca!. Los otros compañeros de habitación dejaron en claro que Meredith en todo el tiempo que vivió allí solo había cerrado la puerta una vez y fue cuando regresó a Inglaterra para ver a su familia por unos días. Entonces, ¿por qué Amanda Knox le diría a la policía que Meredith tenía la costumbre de cerrar la puerta con llave incluso para darse una ducha?
Incluso si quisiéramos darle a Amanda Knox el beneficio de la duda de que simplemente se había equivocado acerca de los hábitos de Meredith de mantener la puerta cerrada, es ella misma la que se incrimina más y más. Amanda escribió un correo electrónico que luego envió a todos sus contactos donde describe con sus propias palabras lo que sucedió el 2 de noviembre:
«Corrí afuera y toqué la puerta de nuestros vecinos. Las luces estaban apagadas, pero de todas formas golpeé la puerta. Quería preguntarles si habían oído algo la noche anterior, pero no había nadie en casa. Corrí de regreso a la casa. En la sala de estar, Raffaele me dijo que quería ver si podía derribar la puerta del cuarto de Meredith. Lo intentó, pero no pudimos abrirla. Fue entonces cuando decidimos llamar a la policía». [Después Amanda diría que estuvo en el apartamento cuando se cometió el crimen y luego lo negaría nuevamente]
Entonces recapitulemos. Según las propias palabras de Amanda Knox en este correo electrónico, ella y Raffaelle estaban muy preocupados con respecto a que Meredith había desaparecido. A la sazón, Knox y Sollecito intentaron forzar la puerta de Meredith y fallaron, Knox había ido por ayuda, Knox había intentado escalar el borde de la terraza y mirar por la ventana de Meredith, y finalmente, cuando todo falló, supuestamente habían decidido llamar a la policía. Ahora, por un afortunado giro del destino, otros agentes de policía llegan sin ser invitados y ni Amanda ni Raffaele dicen nada acerca de Meredith o la puerta cerrada. Raro ¿no?.
Lo que hay que recordar es que la Policía Postal llega anunciando que la razón por la que están allí es que ubicaron los teléfonos de Meredith tirados en un patio trasero. Si aceptamos lo que Amanda Knox dice que sucedió, todo esto ocurre unos minutos después de que Raffaele intentó forzar la puerta y llamó a la policía, pero ahora, a pesar de esta nueva información de que los teléfonos de Meredith han sido descubiertos, ni Amanda ni su novio dicen nada acerca de Meredith y peor aún desalientan a la policía a que se interese por la puerta cerrada. No hay forma de reconciliar esto con un escenario donde Amanda Knox y Sollecito no esten involucrados en el asesinato.
Incluso ignorando que Amanda Knox le dijo a la Policía Postal que no había nada de que preocuparse por el hecho de que la puerta estuviera cerrada, ¿bajo qué posible situación de hecho alguien pasa de querer forzar una puerta y llamar a la policía para después ni siquiera mencionar la situación a los agentes de policía que aparecen en la escena unos minutos después? El escenario es absurdo, especialmente dado que el motivo de la inesperada llegada de la policía es que los teléfonos móviles de la persona que le preocupa han sido ubicados abandonados en circunstancias extrañas. No hay forma de reconciliar lo que Amanda Knox dijo que sucedió antes de que llegara la Policía Postal con lo que sucedió después de su llegada. No hay forma de explicar inocentemente el intento de Knox de retrasar la apertura de la puerta de Meredith. Amanda Knox tenía que saber que era inevitable que la puerta se abriera, pero se asustó cuando se enfrentó con la realidad de que estaba a punto de suceder en ese momento, así que trató de retrasarlo. ¿Acaso hay otra explicación mas plausible?.
Meredith Kercher |
Continuemos con la crónica. El fiscal que terminaría asumiendo el caso sería el italiano Giuliano Mignini. Desde un primer momento supo que aquello no había sido un robo. No faltaban objetos de valor. Y además el asesino o asesinos habían tapado el cuerpo semidesnudo y degollado de la víctima: «Cuando la asesina es una mujer, tiende a cubrir el cuerpo de una víctima mujer. A un hombre nunca se le ocurriría». Aquello, por sí solo, no incriminaba a Amanda. Pero su comportamiento en la horas siguientes sí llamó la atención: su compañera de piso había sido salvajemente asesinada y ella se estaba besando con su novio y haciéndose carantoñas delante de la escena del crimen.
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La infame fotografia de Amanda y Rafaelle en la mañana del 2 de noviembre frente a la escena del crimen |
Tal vez por eso fue requerida dos días después –ella y no alguna de las dos chicas italianas que compartían también piso con Meredith– para que dijera si faltaba algún cuchillo en la cocina. Su respuesta fue taparse los oídos y empezar a gritar. Aquella fue la primera vez que se empezó a sospechar de Amanda Knox.
La investigación y el arresto de Knox y Sollecito
2 de noviembre de 2007
La policía interrogó brevemente a todas las personas presentes en la escena del crimen y luego les dijo que fueran a la estación de policía (la questura) para hacer declaraciones. Según Knox estuvo «en una habitación durante seis horas seguidas... respondiendo preguntas en italiano durante la primera hora y luego trajeron un intérprete». Luego se sentó en la sala de espera con varios otros testigos, con solo comida de máquinas expendedoras disponible, desde aproximadamente las 9 pm hasta las 5:30 a.m., cuando a ella y Raffaele se les permitió regresar a su casa.
Amanda presentaba rasguños en la garganta el día 2 de noviembre. Amanda diría que se trataba de un «chupon» pero quedó establecido que era un rasguño |
La versión de los hechos de Amanda es contradicha por Fabio D'Astolto, un oficial de policía que nació en Australia y se mudó a Italia cuando tenía 14 años. D'Astolto testificó que era su día libre, y lo llamaron para servir de interprete a Knox. D'Astolto describió el comportamiento de Amanda como «besos, abrazos, ocasionalmente risas» y que periódicamente Knox y Sollecito se hablaban entre ellos en voz baja. Parte del comportamiento de Knox comenzó a levantar sospechas. Mientras Knox esperaba su declaración, ella reveló detalles del asesinato a los amigos de Meredith que ella no debería haber sabido sino lo hubiera presenciado; Una de las amigas de Kercher le contó a los investigadores acerca de una extraña conversación que mantuvo Amanda el día que se descubrió el cuerpo de Meredith: Natalie Hayward había expresado su esperanza de que Meredith no hubiera sufrido, a lo que Amanda Knox respondió tajante «¿Qué coño crees? Le cortaron la jodida garganta», Knox continuó diciendo «murió lentamente y con mucho dolor» Esto fue inquietante de escuchar y Amanda parecía orgullosa de decirlo. Hasta ese momento, nadie a excepción de los asesinos y la policía científica sabía que Meredith había sido degollada. Amanda Knox se defendió diciendo que estaba enojada y reaccionó de una extraña «cantidad de maneras». Y vaya que si, cuando D'Astolto informó a Knox que la policía científica necesitaba sus huellas dactilares, comenzó a agitarse. Cuando D'Astolto escoltó a Knox para que efectivamente le tomaran las huellas dactilares (como lo hicieron con todos los que habitaban la cabaña), Amanda comenzó a golpearse la cabeza con los puños. Los fanáticos de Amanda Knox, que los tiene a montones, aseguran que esta extraña forma de actuar es normal dadas las circunstancias.
3 de noviembre de 2007
Por la mañana, se les exigió a todos, regresar a la estación de policía a las 11 am. La policía llevó a Knox a la cabaña. Cuando la invitaron a entrar en la escena del crimen, Amanda balanceó sus caderas y su pelvis entre risas diciendo «voila». La policía le hizo algunas preguntas muy personales sobre la vida de Meredith y sobre los vecinos. Regresaron de la casa a la estación de policía, y se le pidió a Knox que repitiera sus respuestas a las preguntas, para que pudieran ser mecanografiadas. En total, fue «un día de 5 horas y media con la policía». Por la noche, Knox y Sollecito salieron a tomar una pizza y comprar ropa interior.
Otra imagen de la escena del crimen |
4 de noviembre de 2007
El 4 de noviembre de 2007, la policía se presentó en el departamento de las tres chicas; Filomena Romanelli, Laura Mezzetti y Amanda Knox. Cuando la policía examinaba los cuchillos en la cocina del departamento, Amanda Knox sufrió una crisis emocional severa e intensa, a diferencia de [la reacción de] las otras dos chicas.
El mismo día, Knox envió un correo electrónico a un gran número de amigos y familiares, relatando los eventos de los días anteriores. El correo electrónico da cuenta de la versión de Amanda de los eventos que rodearon el asesinato y los días siguientes.
5 de noviembre de 2007
El 5 de noviembre, Knox y Sollecito asistieron a clases, como de costumbre. A las 8 pm de la noche, se realizó una vigilia a la luz de las velas para Meredith, aunque Knox y Sollecito no asistieron. En cambio, cenaron con uno de los amigos de Sollecito.
Esa noche, Knox acompañó a Sollecito, quien nuevamente fue requerido en la estación de policía para ser interrogado. Llegaron allí alrededor de las 10:30 p.m. Mientras ella lo esperaba, comenzó a entretener al personal masculino dando saltos, haciendo volteretas y flexionando su cuerpo de formas muy sugerentes en una sala alterna. Amanda diría luego que esa era su manera de lidiar con el estrés. La agente Rita Ficarra que estaba allí testificó sobre esa noche con Knox: «Vi que ella estaba con otros de mis colegas... No podia creer lo que estaba viendo, la encontré allí, y la encontré demostrando sus habilidades gimnásticas. Estaba haciendo una voltereta; ella había mostrado el arco trasero, ella estaba flexionando su cuerpo, y me pareció, sinceramente, un poco fuera de lugar, es decir dadas las circunstancias, el momento y el lugar. Por lo cual la amonesté, e incluso le pregunté qué estaba haciendo allí. Ella me dijo que había venido porque habían llamado a Raffaele Sollecito, había sido invitado esa noche para hacer una recapitulación, y ella lo había acompañado. Y al continuar hablando, Amanda me dijo que estaba algo molesta por el hecho de que la policía la había llamado varias veces y que estaba totalmente cansada. En ese momento le dije, ‘si estás tan cansada, para que viniste esta noche, cuando nadie te ha invitado, podrías haber ido a descansar’. El hecho de que Amanda fuera a la jefatura, incluso mientras estaba presuntamente cansada, muestra lo importante que era para Amanda vigilar a Raffaele.
A las 10.39 pm llamó a Filomena para preguntarle si aún vivirían juntas.
Los agentes se habían percatado de que el más débil de la pareja era Raffaele Sollecito, el novio de Amanda. Tras este interrogatorio, en un sorprendente giro de la investigación, Raffaele, cambió su versión. Hasta entonces había mantenido que la noche en que asesinaron a Meredith, Amanda y él estuvieron en la casa de Sollecito todo el tiempo. Pero en un momento dado, el novio de Amanda confesó: «Hasta ahora solo he contado mentiras porque es lo que ella me pidió. La verdad es que aquella noche estuve en casa. Amanda no estuvo conmigo y no volvió hasta la una» Su interrogatorio comenzó a las 10:40 p.m. Esto fue lo que dijo:
Amanda y yo fuimos al centro [de la ciudad] alrededor de las 6:00 pm, pero no recuerdo lo que hicimos. Nos quedamos en el centro hasta las 8:30 pm o 9:00 pm. Fui a mi casa solo a las 9:00 pm, mientras que Amanda me dijo que iría al pub Le Chic porque quería encontrarse con sus amigos. En este punto, nos despedimos. Fui a casa. Cené, pero no recuerdo lo que comí. Alrededor de las 11:00 pm mi padre me llamó por la línea telefónica de mi casa. Recuerdo que Amanda no había vuelto todavía. Navegué por la web en la computadora dos horas más después de la llamada de mi padre y solo me detuve cuando regresó Amanda, presumiblemente hacia la 01:00 am. No recuerdo bien cómo estaba vestida y si estaba vestida igual que cuando nos despedimos antes de la cena. No recuerdo si esa noche tuvimos sexo. A la mañana siguiente nos levantamos alrededor de las 10:00 am y ella dijo que tenía ganas de ir a casa a darse una ducha y cambiarse de ropa. De hecho, ella se fue a las 10:30 am y volví a dormir. Cuando se iba, Amanda tomó también una bolsa vacía, diciéndome que era para poner la ropa sucia. Alrededor de las 11:30 am ella regresó a mi casa y recuerdo que se había cambiado de ropa. Ella tenía su bolso habitual. Me dijo que cuando llegó a su casa, encontró la puerta principal abierta y mucha sangre en el baño pequeño. Ella me preguntó si pensaba que era extraño. Respondí que sí y le sugerí que llamara a sus amigas. Ella me dijo que ya había llamado a Filomena, y que Meredith no estaba respondiendo.
Knox estaba fuera esperando, relajada. Cuando le llegó su turno -y la policía le dijo que Raffaele le había traicionado- su pose cambió. «Estaba con él, estaba con él. No tenía que trabajar esa noche», se defendió. Y les enseñó el mensaje que ella le había mandado a su jefe, Patrick Lumumba, como contestación al suyo: “Certo. Ci vediamo piu tardi. Buona serata”. Ese “ci vediamo piu tardi” [nos vemos más tarde] incrementó aún más las sospechas. «¡Eso es que tenías una cita con alguien, eso es que habías quedado con él y te olvidaste por lo traumático de la situación!», le espetó la policía a Amanda.
Amanda posteriormente diría que sufrió malos tratos y que por eso, y porque estaba estresada y con miedo, acusó a su jefe de ser el asesino de Meredith. «Me vino a la mente la puerta de mi casa abierta, Patrick con su chaqueta de cuero marrón y Meredith gritando. Y pensé que eso significaba que yo estaba recordando que él la había matado». Esto no evitó, sin embargo, que fueran detenidos junto a Lumumba y encarcelados; ellos como cómplices. Pero, al cabo de tres semanas, se comprobó que su jefe tenía coartada y que aquella acusación era, por tanto, falsa. Amanda estaba mintiendo nuevamente. «La manera de razonar de Amanda era extrañísima: alternaba entre el sueño y la realidad», recuerda Giuliano Mignini, el fiscal del caso. Entretanto, la hasta entonces tranquila e idílica ciudad de Perugia trataba de seguir con su vida. Algo casi imposible con ese ajetreo de cámaras y periodistas.
Meredith estaba estudiando en Peruggia y compartía piso con Amanda Knox. Fue en esta propiedad que que Meredith fue degollada y su cuerpo fe encontrado en medio de un charco de sangre |
A la policía lo que le faltaba era el arma del delito. Se buscaba un cuchillo lo suficientemente grande como para coincidir con las características del asesinato. Y se halló en casa de Raffaele. Aquel cuchillo de unos 15 centímetros de hoja tenía el ADN de Amanda en la empuñadura. Y el ADN de Meredith en la punta. Todo empezaba a encajar. Porque tiempo después se encontraron también trazas del ADN de Sollecito en el enganche roto del sujetador que Meredith llevaba cuando fue asesinada. «Ahora ya no hay esperanza para esos dos», resumieron los agentes. Pero aún faltaba un tercer implicado.
Plano tridimensional del cottadge donde vivía y fue asesinada Meredith Kercher |
La autopsia confirmó que Meredith había sido violada. En su cuerpo se halló el ADN de Rudy Guede, un juerguista de 21 años, procedente de Costa Marfil, cuyas huellas aparecieron también en la habitación. Y que, casualmente, estaba huido desde el día del crimen. Fue localizado en Alemania y extraditado a Italia. Según dijo, había conocido, «a la chica asesinada», el día antes del crimen. «Al día siguiente fui a su casa, pero no hicimos nada porque ninguno de los dos tenía condones. Así que fui al cuarto de baño. Después la oí gritar y salí corriendo. Vi a un tío. No le vi bien la cara porque estaba oscuro. Salió corriendo por la puerta principal. Vi a Meredith que estaba sangrando: tenía un corte en la garganta».
Rudy Guede conocía a Knox y Sollecito de verse por el barrio y charlar de vez en cuando. Con frecuencia se le podía ver en la cancha de baloncesto frente a la Universidad para Extranjeros en Piazza Grimana repartiendo volantes. Se mezcló con la comunidad estudiantil de Perugia y conoció a los jóvenes que vivían en el piso inferior de la casa de Meredith. Conocía a Meredith y Knox pero estaba particularmente interesado en Amanda Knox y le preguntó si estaba viendo a alguien. Era bien conocido en la casa, ya que había estado allí un domingo para ver una carrera de Fórmula Uno, y en otra ocasión se había quedado durmiendo cubierto de heces completamente drogado en uno de los baños de la cabaña luego de festejar en clubes nocturnos.
Rudy Guede durante el juicio |
No sabemos exactamente qué sucedió la noche del asesinato. Guede estaba ciertamente presente en la cabaña (y lo admitió) pero, cuándo y cómo entró, lo que hizo mientras estaba allí y cuándo se fue, siguen siendo eventos controvertidos. Guede no incriminó ni a Knox ni a Sollecito. El día de su juicio, separado del que iba a celebrarse contra la pareja, lo vio, sin embargo, más claro: «A través de la ventana, vi cómo se alejaba a lo lejos la silueta de Amanda Knox». Rudy Guede fue condenado a 30 años de cárcel por su participación en el asesinato.
El “juicio de la década” se celebró un año y medio después del crimen. ¿Qué había pasado en esa habitación? El jurado, formado por dos jueces y seis ciudadanos, consideró válida la reconstrucción de los fiscales Giuliano Mignini y Manuela Comodi. Y fue esta que sigue; La noche del crimen, los tres condenados llegaron juntos a la casa de vía della Pergola. «Knox, Sollecito y Guede, bajo el efecto de estupefacientes y quizá de alcohol, decidieron llevar a cabo el proyecto de implicar a Meredith en un fuerte juego sexual». Pero ella se resistió y Guede la violó mientras Amanda y Raffaele la sujetaban. Después la apuñalaron hasta que Knox, fuera de sí, le asestó la cuchillada mortal en la garganta para «vengarse» de aquella «joven presumida, demasiado seria y mojigata para su gusto».
Amanda Knox durante el juicio |
En 2009, Amanda y su novio eran condenados a 26 y 25 años, respectivamente. Caso cerrado. Pero no. Porque en 2011 -y tras apelar- la pareja quedaba absuelta, supuestamente porque la investigación de la policía científica italiana había sido una chapuza: según se dice no se respetaron los protocolos internacionales de recolección de pruebas y procesamiento. En el cuchillo había, en efecto, ADN de Knox. Pero la cantidad de supuesto ADN hallada en el filo «era demasiado escasa como para llegar a conclusiones definitivas», expusieron los profesores Stefano Conti y Carla Vecchiotti. Por otra parte, el análisis del sujetador de Meredith señaló que el hallazgo del ADN de Sollecito tampoco era concluyente. Conti y Vecchiotti advirtieron de que las técnicas de recogida y procesamiento utilizadas por la policía no permitían descartar una contaminación de la prueba. Junto con las de Sollecito, se detectaron también trazas del ADN de otros varones en ese enganche.
Rafaelle Sollecito le dijo al juez: Todo esto es culpa de Amanda, no volver a verla nunca mas |
En resumen: Amanda y Raffaele quedaban libres. Y a Rudy, que también recurrió, se le redujo la condena a 16 años por cómplice de asesinato. Para entonces, el enredo era ya internacional. En EE.UU se hablaba abiertamente de “antiamericanismo”. Ese que había condenado a una chica ingenua de Seattle a pasar cuatro años entre rejas siendo inocente. La entonces secretaria de Estado Hillary Clinton se interesó por el caso. Y Donald Trump –en aquella época solo un magnate - pidió un boicot contra Italia. Después de eso, el caso se enredó aún más en los tribunales. En 2013, el Tribunal Supremo anuló esa absolución. Y un año después, el Tribunal de Apelación de Florencia volvía a condenar a Knox y Sollecito, aunque la tesis de la orgía sexual fue sustituida por una discusión entre las compañeras de piso que derivó en una agresión sexual, por parte de Guede, que acabó en asesinato “porque la víctima iba a denunciar”. En 2015, el Supremo confirmó, definitivamente, la absolución de la pareja. Amanda Knox fue condenada, eso sí, a tres años de cárcel por acusar de los hechos a Patrick Lumumba, su jefe en el bar Le Chic. Si bien ya había cumplido esa pena durante su estancia en prisión preventiva. Rudy Guede está actualmente en la prisión de Mammagialla, en Viterbo, Italia.
Conocida su absolución, Amanda Knox volvió a Seattle donde fue recibida como la estrella mediática en la que luego se convertiría. Entrevistas. Programas especiales. Y cuatro millones de dólares (3,5 millones de euros) por contar su versión en un libro. Su exnovio, Raffaele Sollecito, mientras, al principio mantuvo un perfil bajo. Recientemente se vio envuelto en un escándalo en Italia porque compartió fotos de él mismo empuñando un cuchillo y dando consejos sobre cómo salirse con la suya asesinando a una mujer. El ex novio de una semana de Amanda Knox fue expuesto en los medios de comunicación italianos el 19 de enero de 2017 por sus penetrantes publicaciones. La historia apareció por primera vez en 'il Fatto Quotidian' y ha estallado en todos los medios italianos, mientras que los principales medios de comunicación estadounidenses, hasta ahora, se han negado a informar al respecto. Raffaele Sollecito, después de tratar de volver a entrenar como comentarista de televisión ha encontrado su lugar en el mundo: es el líder de grupos cerrados en Facebook que han convertido el odio hacia las mujeres en su caballo de batalla.
Amanda Knox en el aeropuerto de Roma con rumbo a Seattle |
Raffaele intentó trabajar como experto en crímenes en la televisión italiana, pero el público se rebeló y una petición en change.org exigiendo su despido reunio a casi 24,000 personas que firmaron la petición. Unos meses antes, Sollecito recibió $ 73,000 del gobierno italiano para comenzar un sitio web que atiende funerales y mantenimiento de cementerios.
Para una gran parte de las personas que le hicieron seguimiento al caso, no se hizo justicia. Casi nadie cree que Rudy Guede actuó solo. Si Amanda y Raffaele no participaron, ¿con quién más estaba Guede? ¿Le asestó él solo las 46 puñaladas, además de sujetarla y abusar de ella? La autopsia también reveló que Meredith Kercher practicaba artes marciales y prácticamente no tenía heridas defensivas. ¿Quiénes más estaban en esa habitación?.
El tribunal de Nencini concluyó que Rudy Guede tenía cómplices y que Meredith Kercher fue atacada por múltiples atacantes. En el razonamiento, el tribunal se basó en la ausencia total de heridas defensivas como evidencia de que la víctima había sido retenida durante el ataque. El tribunal también descubrió que las dos heridas del cuello no podrían haber sido causadas por el mismo individuo a menos que se formule la hipótesis de que durante el ataque la víctima giró 180 °, lo que permite que la cuchilla penetre antitéticamente a dos lados del cuello. El tribunal de Nencini también demostró que la huella hecha con la sangre de la víctima en la alfombra de baño no pertenecía a Rudy Guede y, como tal, era evidencia de la presencia de otra persona que probablemente era un hombre. Además, tres huellas sangrientas del zapato pertenecen a un zapato femenino. Se descubrieron 37 en la habitación de la víctima, lo que indica la participación de un tercer individuo que era mujer. El ataque fue extendido y en escenarios como este la víctima siempre tiene múltiples heridas importantes en sus manos por intentar bloquear el arma; es un instinto natural. Combinando los moretones de sujeción en sus brazos y codos, y un patrón de corte que indica una escalada gradual de la violencia con dos perfiles de cuchillo, la evidencia es muy fuerte, si no concluyente, de que el ataque fue obra de dos o más personas.
Nadie se quedaría quieto y se dejaría cortar repetidamente sin hacer un intento de defenderse. Más aún si se toma en cuenta que el ataque ocurrió con la víctima en posición vertical. La única forma de explicar esto es si Meredith fue retenida por detrás mientras que otra persona la atacaba desde el frente. Probablemente fue Rudy el que la retenía, ya que su ADN se encontró en el brazo de su chaqueta y en la parte posterior de la correa de su sostén. Los moretones en los brazos de Meredith se deben a que Rudy la sostuvo por la espalda mientras que Amanda o Raffaele Sollecito, o ambos atacaron a Meredith desde el frente.
Meredith Kercher junto a su madre y a su hermana |
Aún quedan muchas preguntas por responder; ¿Por qué Amanda Knox confesó a la policía que ella estaba en la casa la noche del asesinato? Ella dijo que estaba en la casa, y acuso a un hombre inocente de ser el atacante: el dueño del bar donde ella trabajaba, el señor Patrick Lumumba, como Rudy Guede es negro. Más tarde se retractó de la confesión. El señor Lumumba le dijo al diario británico The Telegraph: «Tanto años después sigo convencido de que, al menos, Amanda estuvo allí la noche del asesinato y que ella sabe exactamente lo que sucedió. Ella dijo que yo, un hombre negro, tuvo contacto sexual con Meredith. Eso era falso, pero tres semanas más tarde se supo que otro hombre negro, Rudy Guede, tuvo contacto sexual con la pobre Meredith. Sugiere que Amanda sabía lo que sucedió». ¿Por qué no pudo Raffaelle Sollecito respaldar la coartada de Amanda? La estadounidense afirmó que pasó la noche del asesinato con su novio fumando marihuana, viendo una película y haciendo el amor, pero Sollecito le dijo a la policía que no era cierto. Hay otras muchas preguntas sin respuesta. Personalmente creo que Amanda tuvo algo que ver. También creo que algún dia lo sabremos. Alguien hablará. Pero lo peor de todo esto es que cuando el cuerpo de Meredith Kercher fue encontrado en la última habitación del pasillo de su departamento en Perugia, Italia, el 2 de noviembre de 2007, nadie habría adivinado que eventualmente se convertiría en la víctima olvidada de su propia historia de atroz asesinato. Porque hay que decirlo, en medio de todo el ruido que rodeó el juicio por asesinato de la estudiante estadounidense Amanda Knox, una persona Meredith Kercher fue olvidada. Meredith era, en todos los sentidos, una joven encantadora, inteligente y llena de grandes promesas. Su asesinato fue una terrible tragedia. Descansa en paz Meredith.
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